La directora general de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Agustina Vila, remarcó que los resultados son "más que positivos considerando los límites que impone la realidad". Además, explicó cómo será la acreditación de saberes y habló del regreso a las aulas.
Con la posibilidad cada vez más lejana de un próximo regreso a las clases presenciales, el gobierno bonaerense destacó el desarrollo educativo que se logró en un contexto adverso como el que provocó la pandemia.
La directora general de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Agustina Vila, sostuvo que “las evaluaciones nacionales y provinciales indican que 9 de cada 10 estudiantes tienen una continuidad pedagógica satisfactoria”.
“Los resultados son más que satisfactorios considerando los límites que impone la realidad”, subrayó en diálogo con el programa radial “La Contratapa” (FM 93.3 Atlántica Latina). Y remarcó que “esto es lo que debemos resaltar porque es posible gracias el esfuerzo de las familias que acompañan a los estudiantes, a los docentes y a los estudiantes que se han adaptado ingeniosamente a aprender a distancia”.
No obstante, la funcionaria marcó algunas dificultades en el proceso de aquellos estudiantes que por problemas de conectividad, deben realizar las actividades en cuadernillos impresos. “Se entregan junto a los módulos alimentarios y luego deben ser entregados a la escuela. A veces pasa que ese ida y vuelta no se da con la frecuencia que se espera”, apuntó y agregó que hay “casos más difíciles de estudiantes que por distintos motivos han tenido de forma intermitente su vínculo con la escuela, y a eso nos estamos dedicando, en mayor medida, redoblando los esfuerzos”.
Por otra parte, Vila descartó que debido a los efectos de la pandemia, se produzca una pronunciada deserción escolar.
“No es que va a haber una deserción masiva de chicos, o que se van a interrumpir las trayectorias educativas de miles de chicos. Va a ser un proceso de revinculación, de nivelación de los saberes. Hay tiempo y, sobre todo, compromiso y convicción de que lo vamos a poder conseguir”, señaló.
En el tramo final del ciclo lectivo, uno de los aspectos que genera incógnita en muchas familias es cómo se realizará la acreditación de los saberes, sobre todo en aquellos estudiantes que finalizan el ciclo.
Al respecto, la funcionaria provincial aclaró que “se concibe al ciclo lectivo actual en unidad con el ciclo 2021”.
“Se han consensuado lineamientos para la acreditación de saberes y promoción. Qué es lo que se pudo enseñar y aprender y qué quedó pendiente. En base a esa evaluación es que luego se toman diferentes medidas. Quienes tuvieron la posibilidad de enseñar y aprender todos los contenidos, promocionarán. Quienes tengan algo pendiente, tendrán su estancia de aceleración en febrero y marzo con diferentes modalidades y quienes necesiten mayor acompañamiento estarán en marcados en lo que se domina promoción acompañada. Significa que tendrán un acompañamiento para fortalecer la continuidad”, explicó.
El regreso
Desde hace varios meses, una de las preguntas más frecuentes es cuando se podrá regresar a las clases presenciales. En ese sentido, Agustina Vila evitó precisar una fecha pero aclaró que “la condición indispensable es que el nivel de circulación del virus sea bajo o nulo”.
“El compromiso de volver a la escuela lo tenemos todos desde el primer momento, pero no se trata de un deseo sino de no tomar decisiones que nos alejen aún más el horizonte de ese deseo”, marcó.
En la misma línea, agregó que “somos conscientes del impacto educativo y afectivo que trajo la pandemia, a pesar del enorme esfuerzo realizado en este tiempo por los estudiantes, por los docentes que han logrado organizar su rutina y sus formas de trabajo para seguir haciendo escuela. Estamos muy satisfechos de todo lo que se hizo”.
Por último, la funcionaria hizo referencia a los principales aspectos negativos que dejó la pandemia ente los que resaltó “el dolor que causa ver cómo estas situaciones tan inéditas y excepcionales vienen a agudizar esas desigualdades preexistentes”.
“La historia sería otra si el sendero de inversión en educación que se había iniciado en 2003 se hubiese sostenido. Nos permitió llegar al 6% del PBI para la educación y después cayó al 4,7%. Tendríamos otras escuelas, un programa Conectar Igualdad que se hubiese fortalecido, inversión en conectividad, docentes mejor remunerados, familias con mejores ingresos y política de acompañamiento”, comparó.